Síntomas en niños y adultos

La identificación de los síntomas de la infección por VHC en niños y adultos constituye un desafío. La mayoría de las personas infectadas con VHC no lo saben, y pasan años antes de que los médicos la diagnostiquen y comiencen a rastrear la enfermedad. Más de la mitad de las personas infectadas con VHC no presentan síntomas. A menudo pasan 15 años o más antes de que aparezcan los síntomas, si alguno ocurre. Los síntomas de la infección aguda por VHC son similares a los de otras formas de hepatitis aguda e incluyen ictericia, náuseas, orina oscura y pérdida del apetito. Sólo del 5 al 25 por ciento de las personas con infección aguda por el virus recuerdan  haber experimentado algún síntoma, ya que los síntomas de infección aguda por lo general son leves.

Según el Dr. González–Peralta, síntomas como (fatiga), prurito (picazón, a veces intensa), ascitis (inflamación por acumulación de líquido), coagulopatía (trastornos de la capacidad de coagulación de la sangre), várices esofágicas (vasos sanguíneos dilatados en el esófago), e hiperesplenismo (bazo inflamado), sólo se presentan en los pocos casos en los que la infección por VHC avanza hasta una enfermedad hepática grave y cirrosis durante la niñez.

                                
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